Habitación de Alejandra



Fue la habitación que utilizó la princesa Alejandra de Sajonia-Altenburgo antes de su boda con el futuro emperador Antonio II, y aunque también se convirtió en la recámara de la pareja tras el enlace, la representación del museo del Deán corresponde a la primera época mencionada. Fue mandada a amoblar ricamente y en estilo Luis XVI por la emperatriz Mariana para que a la prometida del heredero al trono no le faltara ninguna de las comodidades a las que debía estar acostumbrada.

 

Inclusive la alfombra del piso y las pinturas que se colocaron en las paredes eran todas de factura europea, recogidas de otros espacios del palacio para darle ese ambiente familiar que buscaban. El canopeo fue añadido por pedido de la princesa para poder cubrir su cama en las noches y así evitar las picaduras de mosquitos que la atacaban mientras dormía. Alejandra también colocó algunos retratos de su familia que trajo consigo y aún se conservan en la habitación.

 

Las habitaciones adyacentes sirvieron como salas privadas de la Princesa y otra fue ocupada por su hermana, que era además su dama de honor y quien la había acompañado desde Sajonia-Altenburgo.