Baños



Cuando Antonio I decidió construir el nuevo palacio esperaba que éste se convirtiera no solo en la vivienda imperial, sino en un referente de modernidad y buenas costumbres para todos los habitantes del país. Fue por ello que mandó a instalar tres cuartos de baño con todos los adelantos de la época (bañera, inodoro y mesa de jofaina), de tal manera que El Deán se convirtió en el primer edificio del país y de Sudamérica en contar con estas comodidades, que pronto se popularizaron por todos los rincones de Quito.