Comedor de la Familia



Es también llamado Sala de la Porcelana, por los trabajos de este material que adornan paredes y mobiliario, la mayor parte de origen portugués e italiano. Era el lugar en el que la familia imperial se servía las comidas diarias en total intimidad y lejos del protocolo que exigían las celebraciones de Estado. En sus cartas a diferentes amistades y parientes, la emperatriz Mariana comentaba que era su lugar favorito del palacio, pues los desayunos eran uno de los pocos momentos que podía pasar con la familia antes de que todos se dividieran en sus interminables labores diarias.

 

Los muebles tienen la particularidad de que llevan ornamentos de porcelana a modo de tallado, lo que les hace de inconfundible factura veneciana, probablemente del siglo XVII, por lo que cuando fueron adquiridos en 1835 ya eran una antigüedad. Las porcelanas de las paredes, en cambio, fueron un obsequio del rey de Portugal cuando Antonio I pasó por Lisboa en su gira europea.