De alguna forma este espacio, y su gemelo en el ala norte, constituyen el paso entre las áreas de Estado hacia las habitaciones más íntimas y privadas de la familia imperial, donde dormitaban y se retiraban a descansar. El piso de cerámica francesa fue colocado en 1871 junto con los bustos de mármol de grandes reinas de la historia como Cleopatra de Egipto, Elizabeth I de Inglaterra, Isabel de Castilla, Catalina de Rusia y la diosa Hera, reina del Olimpo mitológico griego.

Las pinturas de las paredes corresponden a retratos de familiares que las emperatrices consortes extranjeras venían trayendo consigo cuando se casaban, por lo que a menudo este espacio es también llamado Galería de las Emperatrices. Las habitaciones se abren a lo largo de los corredores, siendo las del ala sur aquellas que ocuparon Antonio I, Mariana y sus tres hijos; mientras que las del ala norte son las llamadas "nuevas habitaciones", ocupadas por Antonio II, Alejandra y sus hijos.