Sala de Pinturas



Recibe su nombre de la serie de 63 pinturas sobre la vida de Jesús que adornan sus paredes, todas obras del pintor favorito del emperador Antonio I: Antonio Salas Avilés, quien las realizó entre 1832 y 1841. La chimenea de mármol negro fue añadida en la remodelaión de 1835. El mobiliario de origen inglés fue un obsequio de la rica familia guayaquileña Luzárraga cuando se les otorgó su título nobiliario de condes.

 

Su uso habitual era el de antecámara del despacho del Emperador, en el que Antonio I solía hacer esperar a sus ministros o mantener alguna reunión de trabajo en un ambiente más informal.